Siempre que hablamos de conducción eficiente, uno de los puntos donde debemos guardar especial cuidado es en la gestión de los semáforos, es decir, el ser capaces de anticiparnos a las condiciones del tráfico y también a las detenciones por ellos, de forma que minimicemos las paradas y arranques que es uno de los momentos en el que más carburante gastamos y contaminación emitimos. Por ello, una buena gestión de semáforos y su secuencia influye de una forma muy positiva en las ciudades.

Así en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) se ha desarrollado un algoritmo que tiene en cuenta todas las variables globales que existen en una ciudad y de esta forma, poder gestionar de una forma mucho más eficaz la duración y orden secuencial de todos los semáforos de la ciudad, buscando la mayor eficacia.

Hasta ahora, los programas que se utilizaban sólo tenían en cuenta el cruce en cuestión, y no tenían en cuenta el resto de semáforos que intervienen en las posibles variables. Así se creaban cuellos en botella creados por problemas en cadena cuando varios semáforos interaccionan unos con otro de forma errónea.

Las primeras pruebas se han realizado de forma satisfactoria en la ciudad suiza de Lausana con un gran éxito ya que los datos arrojados por el nuevo sistema muestran una eficacia y una reducción del tiempo del 22% respecto a la gestión que se utilizaba anteriormente.

La siguiente fase es que las principales ciudades de EEUU pongan en marcha este nuevo algoritmo y con él, los beneficios de un menor tiempo para los desplazamientos, un mayor ahorro de combustible y una menor contaminación pueda ser una realidad.