La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló en su estudio más reciente que una silla infantil correctamente instalada reduce entre un 54% y un 80% el riesgo de muerte de un niño involucrado en un accidente de tránsito.
Considerando ese resultado, y avanzando en la protección a los menores, nuestro país dará un paso importante en cuanto a las exigencias que deben cumplir estos elementos de seguridad, pues durante la última semana de mayo entrará en vigencia el Decreto 155 del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, que hará obligatorio que todas las sillas de niños que se vendan en Chile cuenten con la homologación del Centro de Control y Certificación Vehicular (3CV).
Los requisitos para la comercialización de estos productos serán los mismos que rigen actualmente en Estados Unidos y Europa, donde los elementos de retención son sometidos a pruebas de comportamiento ante impactos, volcamientos e inflamabilidad.
El objetivo está claro. La Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) busca disminuir las muertes de menores involucrados en accidentes de tránsito, que en Chile constituyen la primera causa de muerte infantil. De hecho, según cifras de Carabineros, en 2014 fallecieron 92 niños de entre cero y 14 años, y 5.633 resultaron heridos de diversa consideración.
“El principal desafío que tenemos como país es crear conciencia en las personas en general y en los padres conductores en particular, respecto de la importancia del autocuidado y de la conducción responsable y de asumir medidas preventivas, como usar siempre elementos de retención si se va a transportar a niños”, dijo el ministro de Transportes y Telecomunicaciones Andrés Gómez-Lobo, cuando presentó el decreto que aumenta las normas de seguridad para sillas de niños.